Alegre caminaste entre sus arboles e inocente que te fiaste de el.
Sus orejas puntiagudas. Pensaste, perfectas.
Fijaste tu mirada en sus ojos enormes y de grandes pestañas.
El pelo negro y mas brillante que jamás antes viste.
Olvidaste que era un lobo.
Tu, que te creíste sus historias y tomaste el camino que te indicó.
Pequeña...
Preciosa...
Todo un exquisito postre para cualquier licantropo.
Dejarás que te arranque el corazón.
Inocente...
A nadie podrás engañar.
Juega al escondite.
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