al aleteo del ave, y del viento su libertad.
Imaginarios e ilustres reflejos. De extraños mundos en eco.
No hallé aguas turbias,
allá donde el oscuro mar y el sol se confunden,
quise nadar a la eternidad.
Y en el agua un abismo, de barca sin remos,
que al viento entrega su rumbo.
Me hallo en la suave arena,
volando en el mar y en el viento nadando.