-Aquí todos estamos locos. Yo estoy loca. Tú estás loco. - ¿Cómo sabes que yo estoy loco? - Tienes que estarlo, o no habrías venido aquí.

martes, 10 de julio de 2012

Como la caída del sol a las horas,
vive mi dolor,
ingenua pensé en perecedero
a lo que efímero se volvió mi corazón.

Más eterno que horas hacen días,
días meses, años vida,
recapacito; y debo decir;
es la llegada de la luna a las horas,
por lo que ahora deseo vivir.

Que soy animal de sombras,
a lo que en la oscuridad de los recuerdos;
es mi corazón que ardía,
pues compañera de tu luz,
si confías, de tus penas amiga,
y si hay una esperanza en tu corazón,
yo seré tu efímero amor,
pero sin demonios, sin esta cruz,
para el resto de tus días.




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