Y si eso te sirvió de consuelo, espero que no vuelvas a llorar.
Tendida entre brazos que me rodean cruzándose entre si en mi pecho.
Oigo su corazón, y acompaño el compás en mi mente. Debería tranquilizarme con el vaivén de la calmada respiración...
Dulces y silenciosas palabras, una voz adormecida y tenue. -Cariño...ven aquí-
Y mis latidos se relajan al momento. Los ahora pesados ojos, caen, y esconden las claras pupilas azules.
Empieza una nueva historia llegadas las 2.00 a.m.
Un sueño más que recordar a la mañana siguiente, o no...
Saltar un bache mas, pero esta vez, cogida a tu mano.
Buenas noches.
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