-Aquí todos estamos locos. Yo estoy loca. Tú estás loco. - ¿Cómo sabes que yo estoy loco? - Tienes que estarlo, o no habrías venido aquí.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Mente

A un milenario árbol escalo, mis manos se transforman a las garras negras de un gato. Con gran velocidad llego a su copa. Como si esté gato estuviera asustado. Sufro el terror como si fuera el felino. Metamorfoseado mi cuerpo desde metros observo.
Cae una hoja, toca el suelo formando ondas como si en agua cayera.
No se distinguen, que a su vez se unen y de colores veo la tierra. Crecen flores e increíbles olores que jamás imaginé.
La lluvia no cae, sino flota. La casi perfecta luz de la amante y deseada luna, reflejada es en la pureza y mil lunas parecen. Las luciérnagas se confunden.
Creo poder tocarlas y desvanecen en el inútil intento. Otras veces ya probé.
Todo oscurece y me es imposible respirar. La música no cesa...
Bajo aguas cristalinas me encuentro y ante mis ojos, mi ser. Nadar con sirenas siempre me gustó. Mentan mi nombre, cantan a mis oídos.
En mi blanca piel lucen los colores del mar. Miro hacia atrás y una preciosa cola tengo, en lugar de largas piernas. Aparecen rayos de luz desde la superficie y me abraza la curiosidad.
Intuido sol y son estrellas que desvelan mi parecer. Grandes, no, enormes son que de otros lugares imagino.
Un placer invade mi cuerpo Al éxtasis puedo llegar, al dar una bocanada, abrir los ojos...
y cautivada mi mente al desvelar que todo es un sueño, en este frágil mundo.

Recóndita mente de una risueña, tal vez inocente niña perdida que escribe sus imaginaciones...

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